dimecres, 19 de desembre del 2012

NOCHE FRÍA


Bruno había llegado hacía unas horas del largo viaje. Llevaba todo el día subido en el tren y lo que realmente quería era quitarse los zapatos y reunirse con su abuelo.
Al entrar por la puerta, respiró el aroma a café y recordó las largas noches de tertulia donde toda la familia dialogaba junto a la chimenea.
El abuelo no llegaba, y Bruno se encontraba impaciente. De repente sintió que una mano le tocaba el hombro por sorpresa. -¡Abuelo! Pensaba que no llegarías nunca.
-El encuentro fue tan caluroso , que los dos se fundieron en un abrazo interminable.